Hoy a la mañana tenía que enviar sí o sí una Carta Documento.
Vivo en el interior, por lo que en mi zona hay una sola sucursal del Correo Argentino.
Como llovía a la mañana, esperé a que amainara para salir. Tomé un Remise y me fuí.
Para qué contaros que al bajar del auto no sólo se largó de nuevo, sino que comenzaron a caer piedras de un tamaño considerable.
Rayos con el granizo.
Una vez adentro del Correo, me enteré de lo impensado: no había formularios de Carta Documento.
Estaba jodida.
Después no había autos por ningún lado... estaba atrapada en un Correo vacío, mojada hasta los tuétanos y con ganas de matar a alguien.
Y sin señal en el celular, por lo que llamar a casa a que me pasen a buscar tamién se complicaba.
Después de mucho jorobar la paciencia llamron desde el correo a mi casa, y después de media hora alguien apareció a traerme de vuelta.
Sé que dentro de mucho tiempo voy a recordar el día y reírme mucho, pero hoy no estoy de humor.
Rayos.
23 diciembre 2006
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